miércoles, 21 de noviembre de 2007

Una verdad incómoda. Reflexión

Hola amig@s, después de ver el documental el pasado martes quería dejar algunas reflexiones y puntos de vista.

CCreo que hay que poner en valor el papel que este documental está jugando en la sociedad. Una sociedad a la que el problema del cambio le traía sin cuidado empieza a tomar conciencia de lo que se le viene encima medioambientalmente hablando. El documental en este punto cumple perfectamente su función, ya que es didáctico y muy sencillo de ver (como buen documental ‘yanki’). Pone de relieve consecuencias del cambio climático a gran escala (indicadores climáticos que se disparan, economías basadas en energías no renovables condenadas a desaparecer, bastos movimientos migratorios por llegar, etc.) y a pequeña escala (los vividos por Al Gore en su granja, por ejemplo) con el objetivo de que el espectador piense que todo esto le puede afectar a él y a los suyos. Hasta aquí, en cuanto a planteamiento, muy bien.

Sin embargo el documental empieza a cojear con el cansino show de Al Gore dando una y otra vez la misma conferencia, soltando los mismos chascarrillos, constituyendo esto el motor de la película. El espectador acaba agotado tras verle aparecer continuamente recibiendo aplausos y dándose importancia. Pienso que merece dichos aplausos, pero sobran en un documental, que debería, por su temática, ser totalmente riguroso y objetivo, sin caer en la radiografía de un personaje.

Además, el documental apenas propone soluciones (todo se va a ir a la porra, esto queda claro) salvo en los últimos 5 minutos y remitiéndonos en el epílogo a la web de Al Gore. ¿Es un documental o es propaganda? en qué quedamos… Pormenorizando en las soluciones que da se puede estar de acuerdo en algunas, pero sin embargo no propone una tan necesaria reducción en el consumo (en esto no es hipócrita, ya que él no predica con el ejemplo), utilización del transporte colectivo (sólo una triste imagen de un tren), uso de la bicicleta (otra triste imagen de unos chinos pedaleando)...

Concluyendo, el documental me ha parecido necesario pero no suficiente. No es que proponga desde aquí una segunda parte en la que Al Gore y sus conferencias acaparen toda la atención, sino que se de voz a los científicos, que son quienes realmente conocen a fondo la problemática. Muchos documentales más serios que tratan la misma problemática apenas han tenido eco. Los ciudadanos, por nuestra parte, somos responsables del cambio climático, pero parte de la solución, así que debemos contribuir con gestos y cambios en nuestro modo de vida, que no tienen porqué hacer decrecer nuestro bienestar, para hacer de este planeta un lugar más amable y menos gris.

3 comentarios:

DavidDíez dijo...

Es una verdadera pena que no pudieses asistir al fórum que hubo después de la proyección, porque todos esos temas se tocaron allí.
Te puedo decir que, en general, tu opinión es la más común entre la gente.


Por otro lado me gustaría resaltar que, salvo los problemillas técnicos del principio, todo salió bien. Acudió un buen puñado de gente y tras el documental había una voluntad general de discutir sobre el tema. Lástima que no hubiese más tiempo para ello porque nos cerraban la facultad.

De todo se aprende. En lo sucesivo trataremos de hacer éstas actividades más pronto y probar ántes el sonido...

Anónimo dijo...

olé Donjos Emi,

Y compañía, estoy flipando con el blog. Me estoy poniendo al día y veo que esto es un no parar. Vaya telita familia, ánimo y a gestionar.

Martín dijo...

Buenas.
Mañana tengo un debate sobre este documental, y me pareció muy interesante encontrarme con esta reflexión acerca del mismo.

Creo que es un trabajo bien realizado desde lo técnico, y fundamentalmente, desde el impacto visual que genera en el espectador.

Es cierto que abunda en menciones de la carrera política de Al Gore, pero creo que este es un tema que debe figurar sí o sí en cualquier documental sobre el tema.

La negligencia política es insoportable, y más allá de que estemos de acuerdo o no con Al Gore, creo que hay que tener presente que una de las raíces del problema se encuentra en la falta de respuesta de los gobiernos (a veces, fraudulentamente legitimados).

Saludos,

Martín, desde Argentina.